Cuando los Jets viajaron al Oeste para jugar contra los 49ers en el “Monday Night Football” para cerrar la Semana 1, hubo preguntas reales sobre si estábamos viendo un adelanto del Super Bowl. Después de un gran comienzo de Aaron Rodgers y compañía, la ofensiva de San Francisco tomó el control y se alejó para obtener una victoria cómoda.
Ahora, después de cinco semanas, parece que ambos equipos están perdidos. Los Jets viajaron a Londres y se convirtieron en el último de una serie de equipos en quedar en desventaja temprana ante los Vikings, lo que permitió al coordinador defensivo Brian Flores ponerse su sombrero de genio loco y atormentar a Rodgers. Los 49ers pudieron aprovechar una devolución de patada hasta la zona de anotación para anotar y tomar la ventaja en casa contra Arizona. Sin embargo, una vez más, no pudieron sellar el juego y contener a los Cardinals, que anotaron 14 puntos sin respuesta en la segunda mitad para ganar.
Evaluemos a estos decepcionantes equipos con marca de 2-3. ¿Podríamos haber visto venir sus problemas? ¿Qué salió mal y se pueden solucionar estos problemas? Comenzaré con el partido de la mañana, donde los Jets se mostraron desprovistos de ideas en una derrota que solo echó más leña al fuego de Davante Adams:
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New York Jets
Resultado de la semana 5: Perdieron 23-17 ante los Minnesota Vikings
Para los fanáticos de los Jets, el mejor escenario del sueño que tuvieron en la primavera de 2023 se ha esfumado. La idea de que sumar a Rodgers a una defensa dominante elevaría inmediatamente a Nueva York a las filas de los equipos de élite del fútbol, un sueño postergado durante un año por el desgarro del tendón de Aquiles del veterano mariscal de campo la temporada pasada, no se está haciendo realidad. Con 2-3, los Jets tienen el mismo récord después de cinco juegos que tenían en 2023 con Zach Wilson como mariscal de campo. Tenían un récord de 3-2 con Wilson y Joe Flacco después de cinco juegos en 2022. El alivio y la certeza que se suponía que brindaría Rodgers no han aparecido. Son frustrantes de distintas maneras.
La ofensiva de los Jets ha sido construida según las especificaciones de Rodgers. Antes de que el equipo lo fichara oficialmente, contrató a Nathaniel Hackett, ex entrenador de Rodgers de Green Bay, para que se desempeñara como coordinador ofensivo. Hace un año, fichó a Randall Cobb y Allen Lazard para que asumieran como receptores abiertos suplementarios detrás de Garrett Wilson y agregó a su compañero ex mariscal de campo de los Packers, Tim Boyle, para que fuera el número 3.
Boyle y Cobb se fueron, y Lazard ha estado bien en un rol regular después de caerse de la plantilla activa en ocasiones la temporada pasada, pero Hackett (y el esquema que Rodgers quería que su ex coordinador instalara) sigue ahí. Los problemas de los Jets comienzan allí. Es imposible separar por completo el esquema y la filosofía de Hackett de lo que Rodgers quiere ejecutar semana a semana, pero averiguar a quién culpar realmente no importa. Lo que importa es el resultado: tienen una ofensiva que se ve y se siente anticuada.
