New York -Ningún jugador encarnó tanto el espíritu resiliente de los Dodgers de Los Ángeles de 2024 como el MVP de la Serie Mundial Freddie Freeman, cuya salud estuvo en duda durante toda la postemporada debido a un esguince de tobillo derecho.
Resulta que había incluso más cosas sucediendo detrás de escena.
Según Jeff Passan de ESPN, Freeman también estaba jugando la postemporada con un cartílago costal roto, una lesión que puede dejar fuera de juego a los jugadores durante meses o al menos limitarlos significativamente. A pesar de eso, Freeman se abrió camino hacia el premio al MVP de la Serie Mundial y los libros de historia, conectando un jonrón en un récord de MLB de seis juegos consecutivos del Clásico de Otoño.
Freeman también hizo historia con el primer grand slam de la historia de la Serie Mundial en el Juego 1 y con 12 carreras impulsadas en toda la serie, empatando un récord de la Serie Mundial en poder de Bobby Richardson de los Yankees de Nueva York, quien registró esa marca en siete juegos. Freeman lo hizo en cinco, en una serie en la que su equipo anotó un total de 25 carreras. Fue personalmente responsable de casi la mitad de la producción ofensiva de su equipo en esos cinco partidos.
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La lista de cosas que Freeman ha tenido que superar en los últimos tres meses incluye ese cartílago de la costilla, el esguince de tobillo que sufrió en la penúltima serie de la temporada regular, una fractura de dedo que decidió seguir jugando y la hospitalización de su hijo Max, a quien se le diagnosticó el síndrome de Guillain-Barré.
El primera base de los Dodgers ya estaba golpeado física y emocionalmente cuando, según se informa, sintió una sacudida en su cuerpo al hacer un swing durante una sesión de práctica de bateo en vivo el día antes de que los Dodgers tuvieran previsto abrir la NLDS contra los Padres de San Diego.
Aparentemente, ni siquiera podía levantarse del suelo y necesitaba que lo ayudaran a llegar a la sala de rayos X. Otras imágenes en un centro médico descubrieron que se había roto el cartílago costal de su sexta costilla. Su dolor era tan intenso que su padre, Fred, le dijo a Passan que le había instado a su hijo a que dejara de jugar.
Su hijo se negó a hacerlo, según ESPN:
“De hecho, le dije que parara”, dijo Fred. “Le dije: ‘Freddie, esto no vale la pena. Sé que amas el béisbol. A mí me encanta el béisbol. Pero no vale la pena lo que estás pasando'”. Y me miró como si estuviera loco y me dijo: ‘Papá, nunca voy a parar'”.
Afortunadamente, Freeman tenía un plan de juego:
“Solo me duele cuando fallo”, le dijo Freeman a su padre. “Así que simplemente voy a tener que dejar de fallar”.
Desafortunadamente, Freeman falló más de unos pocos lanzamientos. En la Serie Divisional de la Liga Nacional y la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, bateó 7 de 32 con seis ponches y ningún hit de extrabase, y se perdió tres juegos, supuestamente para descansar su tobillo. Sin que lo supieran los Padres, los Mets de Nueva York y todos los demás, sus costillas eran el mayor problema.
Freddie Freeman proporcionó la mayor parte de la ofensiva de los Dodgers en la Serie Mundial de 2024. (Foto AP/Ashley Landis)
Freddie Freeman proporcionó la mayor parte de la ofensiva de los Dodgers en la Serie Mundial de 2024. (Foto AP/Ashley Landis)
Los Dodgers tuvieron suerte al permitir que los Mets forzaran un sexto juego en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional. Si hubieran ganado en el quinto juego, el primer juego de la Serie Mundial se habría adelantado al 22 de octubre. Se dice que ese día Freeman realizó su tratamiento de rutina y comenzó a sentirse mejor.
El 24 de octubre, el día antes del primer juego, Freeman hizo un ajuste en su swing diciéndose a sí mismo que debía caminar más hacia la primera base, sin hacerlo realmente, para estar menos encorvado mientras hacía swing.
Claramente, funcionó, y el resultado se reproducirá en los videos de los Dodgers durante el próximo siglo.
