Nueva York — Hace años, Dennis Wallen conducía por Marysville, a unos 40 minutos al sur de Chico, cuando vio una bicicleta vieja y destrozada apoyada contra la fachada de una tienda. Fanático de los “American Pickers”, siempre está buscando tesoros por descubrir, especialmente bicicletas. El propietario había comprado esta (una Hawthorne antigua de 1940, ahora envuelta en óxido) por 50 dólares años antes, pero nunca la había usado. Wallen sintió que la bicicleta tenía “buena estructura” y “potencial especial” a pesar de que, según sus cálculos, no se había montado en 80 años. Tuvo una visión para ella, honrar a un héroe local con su diseño. Así que la compró por 220 dólares y se la llevó a casa. Luego, se puso a trabajar.
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Primero, quitó los tornillos que estaban oxidados. Luego ensanchó el manillar, que era tan estrecho que era difícil bajarse de la bicicleta una vez que uno se subía: “era una trampa mortal”. Luego la pintó de verde y amarillo y atornilló un casco de Green Pay Backers en la parte superior de la rueda trasera.
“Vi a Aaron Rodgers durante toda su carrera en Cal”, dijo Wallen, de 64 años. “Fui a los partidos de Cal, durante dos años vi a Cal correr 15 yardas, 20 yardas, 30 yardas y luego anotar. No estaba acostumbrado a eso. Era increíble. Movíamos la pelota, empatamos en el campeonato Pac-10, así de bueno era. Luego, cuando fue a Green Bay, fui completamente Green Bay”.
Una mañana reciente de agosto, Wallen dio un paseo corto por la calle y estacionó frente a una librería local, llamada The Bookstore, un viaje que hace casi todas las mañanas para ponerse al día con su amigo Mike. Es una tienda que casi se hundió en 2021.
A la vuelta de la esquina, hay un local de barbacoa que Rodgers solía frecuentar con sus padres, más conocido por sus costillas y pechuga. El propietario, Scott McLeod, se emociona cuando piensa en el lamentable estado de su restaurante hace tres años. “No sabíamos qué íbamos a hacer. Estábamos al límite y no sabíamos si lo lograríamos”.
Unas puertas más allá se encuentra Naked Lounge, conocido por sus muebles extravagantes y su música en vivo. Una de las cafeterías favoritas de Rodgers, una vez apareció en un video musical con un ex propietario de la tienda.
Los tres negocios tienen una cosa en común: durante la pandemia de COVID-19, cuando las cosas estaban en su peor momento, fue Rodgers quien intervino para salvarlos, brindándoles una infusión de dinero que les permitió a cada uno llegar a fin de mes.
“Pagó nuestro alquiler, nuestra mano de obra y nuestra electricidad durante tres meses” en 2021, dijo McLeod.
Brandon Squyres, propietario de Naked Lounge: “No podríamos hacerlo sin su ayuda. Hubiéramos cerrado”.
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Rodgers no ha vuelto a su ciudad natal en mucho tiempo, pero sus huellas están por todas partes.
Antes de la pandemia, Rodgers tenía un índice de aprobación tan alto como el de cualquier deportista profesional. Sus anuncios de State Farm eran a menudo referenciados. Hizo cameos en “The Office”, “Key & Peele” y “Game of Thrones”. Fue presentador invitado de “Jeopardy!”. Cuando llegó la pandemia, Rodgers se volvió más franco en asuntos más allá del fútbol. Recibió críticas por una respuesta engañosa a una pregunta sobre si había recibido la vacuna contra el COVID-19, diciendo “sí, me han vacunado”, lo que implicaba que se había vacunado aunque ese no fuera el caso. En “Out of the Darkness”, una biografía no autorizada escrita por el periodista Ian O’Connor, Rodgers dice que lamenta la forma en que abordó eso, aunque el daño ya estaba hecho. Perdió patrocinios. Desde entonces ha abrazado públicamente teorías conspirativas, incluso llevándolas al ámbito de la televisión deportiva. Muchos fanáticos de la NFL se volvieron contra él. En los últimos cuatro años se ha convertido en un blanco de críticas. Todavía lo es, y se ha inclinado hacia ello, el raro deportista profesional de alto perfil dispuesto a decir lo que piensa sobre casi cualquier tema, sin importar las consecuencias.
Pregúntele a un residente de Chico qué piensa sobre el giro conspirativo de Rodgers y no obtendrá una gran respuesta. La ciudad preferiría hablar de esto: seis meses antes de que el mariscal de campo se declarara “inmunizado”, salvó el sustento de cientos de personas en su ciudad natal. Fue otro de una serie de actos (en beneficio de escuelas, hospitales y empresas locales) para devolver al lugar donde se crió.
Tal vez Rodgers no sea querido en todas partes, pero lo es en Chico.
“No hay ninguna reacción local contra Aaron Rodgers, puedo asegurarlo”, dijo el alcalde de Chico, Andrew Coolidge. “Aquí recibe un gran pase”.
